Estoy sorprendido de los comentarios que acabo de leer sobre el Fogón de Trifón. Quizás haya varios restaurantes con este nombre. En fin, debemos respetar todas las opiniones. Por eso, os cuento mi aventura reciente.
Entramos en el minúsculo espacio y lo primero que observo es al encargado o dueño sentado a la mesa y tomando un vino con unos clientes. Nos pasa al salón, donde hay unas 5 mesas, y con dificultad nos podemos sentar. No estaba lleno, pero a los pocos minutos el ruido era insoportable, debido al espacio reducido, al tipo de techo que no absorbe las ondas, etc. Pedimos comer a la entrada donde hay unas mesas con banquetas... precisamente no muy cómodas para una comida. Eramos dos personas y tomamos una ración de espárragos a 20€ (espero que mi amigo Paco de Tudela no lea esto porque no sé lo que haría), unas Kokotxas, secas y con poco sabor a 28€ cada plato, un postre a 10,50€, vino del año de Valdeorras a 18€, etc.
Total, ¡58€! por persona, comiendo poco, calidad muy regular, incómodos y con una resonancia sonora fuera de los límites aceptables. Sin duda, el peor restaurante que conozco de España, Europa y el mundo. Ah, cuando nos fuimos, el encargado seguía tomando vinos con otros clientes...
Evidentemente, hay gente afortunada que disfruta su trabajo y se gana los garbanzos muy fácilmente.